Participan miles en manifestaciones y barricadas
Por: OCTAVIO VELEZ ASCENCIO
Oaxaca, Pax., 14 de junio. El humo de las llantas y la madera volvió a surgir desde importantes avenidas de esta ciudad una vez que la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), especialmente la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), instaló unas 15 barricadas en los sitios donde el año pasado fueron asesinados varios activistas. Aunque se dijo que estas trincheras sólo estarían tres horas, al cierre de esta edición permanecían en un ambiente de fiesta.
Así culminó el día en que miles de maestros, integrantes y simpatizantes de la APPO recordaron el aniversario del fallido desalojo que la policía estatal intentó, el 14 de junio de 2006, contra el plantón que los maestros mantenían en el zócalo de esta ciudad, hecho que dio origen al movimiento que aún exige la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, demanda a la que se agregan ahora la libertad de los "presos políticos", la cancelación de órdenes de aprehensión y la atención a sus demandas.
La conmemoración empezó a las 4:30 de la mañana con la detonación de cohetes en el zócalo, en colonias y municipios de Oaxaca, así como con tañidos de campanas en distintos templos para recordar el llamado de auxilio de los plantonistas ante el ataque policiaco. Donde estuvo instalada la barricada de Brenamiel, por la salida a la ciudad de México, policías municipales detuvieron a Abraham Ramírez Santiago y Carlos Yahir, simpatizantes de la APPO, quienes más tarde quedaron libres.
A las 6 horas se izó la bandera nacional en las escuelas del estado y salió al aire nuevamente Radio Plantón, la voz del magisterio oaxaqueño, que el año pasado fue asaltada y destruida por la policía.
Después se realizó la manifestación y a las 17:30 horas se instalaron barricadas en los lugares donde fueron asesinados simpatizantes de la APPO, incluido el camarógrafo estadunidense Brad Will; otras en la colonia Jardín, frente a la estación de radio La Ley; avenida Símbolos Patrios, en el Instituto Tecnológico de Oaxaca y el canal 9 de Televisión, Camino a San Luis Beltrán; en la calle Netzahualcóyotl y en el municipio conurbado de Santa María Coyotepec, donde se ubica la casa de gobierno del estado.
En el crucero Cinco Señores, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, donde la policía desmanteló la última barricada en 2006, los manifestantes instalaron otra, que no estaba incluida en el plan de lucha, y retuvieron autobuses de servicio urbano y camiones de carga, uno con maquinaria pesada, para bloquear la circulación.
En la calle Calicanto, municipio de Santa Lucía del Camino -donde murió Brad Will-, más de 2 mil manifestantes colocaron piedras, láminas y llantas y atravesaron camionetas y un autobús en la avenida Ferrocarril, que fue cerrada a la circulación.
"Quienes pensaron que este movimiento estaba liquidado se han equivocado", afirmó Ezequiel Rosales Carreño, secretario de organización del magisterio, durante un mitin efectuado al término de la protesta en el zócalo, que se desarrolló sin vigilancia policiaca.
La manifestación salió casi a las 10 horas sobre la carretera Ciudad Alemán-Puerto Angel, en el crucero del aeropuerto internacional Benito Juárez, y después de más de tres horas de caminata arribó al centro histórico de la capital.
"¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!", "¡Presos políticos, libertad!", "¡14 de junio no se olvida, es de lucha combativa!", gritaron a su paso por las calles, entre otras consignas.
A la manifestación se sumaron representaciones de las secciones magisteriales de Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, Jalisco, Morelos, Tlaxcala, Zacatecas, Valle de México y Durango, entre otros estados, agrupadas en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
El dirigente de la sección 22 del SNTE expuso que el movimiento magisterial y popular "no cederá ni un palmo de terreno" en sus demandas, y seguirá protestando, "le pese a quien le pese, y aunque no le guste al gobierno federal. Nuestra exigencia de la salida del tirano (el gobernador Ruiz Ortiz) es irrenunciable", señaló.
Reclamó la excarcelación de todos los presos, "porque no cometieron delito alguno"; la cancelación de las órdenes de aprehensión contra miembros de la CNTE y de las organizaciones adheridas a la APPO, además de la entrega de las 188 escuelas ocupadas por priístas e integrantes de la recién creada sección 59 del SNTE. De 200 presos que llegó a tener el movimiento, quedan ocho; de 300 órdenes de aprehensión, aún permanecen 20, sostuvo Rosales Carreño.
Afirmó que exigen castigo a los autores materiales e intelectuales del fallido desalojo del año pasado, y mencionó entre éstos a Jorge Franco Vargas y Lizbeth Caña Cadeza, ex secretario general de Gobierno y ex procuradora estatal, ambos candidatos a diputados locales plurinominales por la Alianza que Construye (PRI y PVEM).
Felipa Cruz, en nombre del Consejo Estatal de la APPO, destacó que a un año del frustrado desalojo del plantón "hoy se mantiene viva la resistencia del pueblo" contra Ulises Ruiz, "quien está sostenido por el gobierno y las fuerzas federales para ostentarse como gobernador, a pesar de no tener el reconocimiento del pueblo".
Destacó que la coyuntura política "nos da muestra de que solos y dispersos, los diferentes esfuerzos nacionales" no lograrán contener las medidas neoliberales impuestas por Felipe Calderón, y llamó a la otra campaña, a la Convención Nacional Democrática, al Diálogo Nacional, a la Asamblea Popular de los Pueblos de México y a todos los esfuerzos progresistas "a concretar un referente nacional de lucha contra el neoliberalismo".
(Tomado de www.jornada.unam.mx)
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