martes, 12 de mayo de 2009

Nadie sabe, nadie supo

Por: Rocío Martínez
(P
rofesora de educación primaria)

En alguna parte leí que esa historia de que cuando va a nacer un niño, las parteras ponen a los hombres a calentar agua, es sólo para que se entretengan y no estorben, algo así como: “Vayan a ver si ya puso la marrana”. Bueno pues a eso me suenan las medidas contenidas en el ¿Qué hacer para reanudar las clases sin riesgo? Manual para directivos escolares con orientaciones sanitarias para superar la contingencia por influenza.

Antes que nada, que quede claro que no me opongo a la limpieza previa, es más: durante los veintisiete años de servicio, siempre tuve que agarrar escoba y trapeador —es parte de la cultura escolar previa al inicio de clases—, subirme a las sillas a limpiar ventanas, y hasta corretear con escoba en mano, ratas —quienes también me persiguieron pero afortunadamente no con escobas—. Así que el problema no es ése, sino que simplemente no me creo las medidas que dan, porque hay varias incongruencias.

La primer contradicción es que si el virus dichoso —en ese orden, sustantivo-adjetivo ya que debe estar feliz porque se está reproduciendo— dura vivo cuando máximo 72 horas en una superfice fuera del cuerpo humano, entonces hace rato que murió de tristeza y soledad si andaba por mi escuela, cantando ¡Esa pared, que no me deja verteeeeeeee! –como diría Leo Dan.

La segunda, los que elaboraron los lineamientos sanitarios —consúltese en http://www.prevencioninfluenza.gob.mx/2009/05/lineamientos-de-prevencion-y-control-en-materia-de-influenza-ah1n1/ para campañas electorales, centros de trabajo y de reunión, dicen que “un espacio de 10 metros cuadrados puede ser utilizado por un máximo de 4 personas y que la distancia de protección indicada entre personas, es de 2.25 metros, es decir tres brazos”.

Nosotros regresamos a las escuelas donde cada salón es un espacio de más o menos de 5 por 6 metros, en donde trabajamos con cantidades de entre 20 y 40 alumnos, más el profesor, libreros, enciclomedia y el maestro de USAER, cuando tenemos la fortuna de contar con este apoyo.

En matemáticas simples, la superficie de un aula es entonces de 30 metros cuadrados, es decir que en este espacio sólo deberían estar 11 alumnos y el maestr@, ¡El sueño de todo docente! Claro que tengo propuestas para seleccionarlos: una rifa de quién se queda y quién sale; doce niños entran y yo me voy a otras suertes; los más inquietos salen, los que no saben multiplicar se quedan y otras más locas, como el que aguante más tiempo la respiración o el que cuente el chiste más ingenioso escoge si se va o se queda...

Ustedes dirán: ¡Alto, frene, stop! que no es lo mismo una campaña electoral, un centro de trabajo o de reunión. Pero yo digo que está raro que a ellos les pongan restricciones de espacio y a nosotros en las escuelas no, porque todos somos personas y sujetos de contagio del virus A/H1N1. Eso sin contar que además mis alumnos juegan futbol y se abrazan mientras gritan gool —lleva más oes, pero me dio flojera ponerlas todas.

La última contradicción es casi dramática, debemos “verificar que la escuela cuente con agua, fundamentalmente para el lavado de manos y el uso de sanitarios”. Pero acá en la ciudad de Chihuahua vivimos cortes de agua todos los días, así que a partir de las once de la mañana no contamos con el clorado líquido, y en las tardes bombean como a las cuatro, bajo esas condiciones, no sé cómo pedirles que se laven las manos a mis alumnos cinco veces durante la jornada.

Concluyo: ¿No será que no debían levantar la alerta sanitaria, pero la presión del comercio y la industria es mucha, o lo contrario: que resultó que no es tan grave el asunto y con estas medidas quieren convencernos de que sí estuvimos al borde de la muerte?

Lo único que me queda claro es que como el monje loco: nadie sabe, nadie supo… por lo pronto… Ya el tiempo pondrá en su justa dimensión todas estas medidas.

Sri Lanka está en Asia

La ONU siempre incapaz de hacer algo trascendente...

Tomado de: http://lagota.net/

lunes, 11 de mayo de 2009

se invita:

Sórdido Día del Trabajo

... año del desempleo.

El desempleo 21%

De todas las plagas que se abaten contra el ciudadano, la más atemorizante es:

Desempleo
21%

Devaluación y carestía
3%

Contagio de influenza
5%

Ejecuciones
0%

Tomado de: http://www.arrobajuarez.com