jueves, 4 de octubre de 2007

Manifiesto con: Con rumbo a Vicam, Sonora.

TERRITORIO DEL PUEBLO DE VICAM, TRIBU YAQUI, A 03 DE OCTUBRE DE 2007.


A LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO Y DEL MUNDO
A LAS ORGANIZACIONES DEMOCRATICAS
A LA OPINION PÚBLICA:

LA AUTORIDAD TRADICIONAL DEL PUEBLO DE VICAM, DE ACUERDO A LAS FACULTADES QUE NUESTRAS LEYES INTERNAS NOS CONFIEREN MANIFESTAMOS LO SIGUIENTE:

EN DIAS ANTERIORES INICIÓ LA CAMPAÑA NEGRA QUE TODOS ESPERABAMOS, SABEMOS QUE CADA ELEMENTO DE ESTE UNIVERSO OBEDECE A SU PROPIA NATURALEZA, EN ESTE SENTIDO LOS GRUPOS DE PODER ECONOMICO QUE AMBICIONAN NUESTROS RECURSOS NATURALES, NO PODIAN QUEDARSE CRUZADOS DE BRAZOS, YA QUE CON MENTIRAS Y ENGAÑOS HAN HECHO QUE ALGUNAS AUTORIDADES AVALEN UN DOCUMENTO CON INTENCIONES DE DESPRESTIGIAR Y DESACREDITAR "EL ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS INDIOS DE AMERICA" QUE SÍ SE REALIZARA LOS DIAS 11,12,13 Y 14 DE OCTUBRE DEL PRESENTE AÑO; POR LO QUE MANIFESTAMOS LO SIGUIENTE:

REITERAMOS NUESTRO RESPETO A LAS AUTORIDADES MENCIONADAS, EL DOCUMENTO EN MENCION ES ELABORADO, A TODAS LUCES, POR YORIS UTILIZADOS COMO MERCENARIOS PARA PROFUNDIZAR LAS DIFERENCIAS ENTRE NUESTRO HERMANOS. LOS YORIS DE NINGUNA MANERA PUEDEN DARNOS CATEDRA POLITICA, PUES, ESTAS PERSONAS CARECEN DE LA CALIDAD MORAL PARA CUESTIONAR A QUIENES LUCHAN DIA CON DIA PARA LIBERAR A LOS PUEBLOS INDIOS DE LA OPRESION Y DOMINACION DE UN SISTEMA POLITICO Y ECONOMICO QUE GENERA MAS POBREZA QUE ESPERANZA. GENERALMENTE LOS YORIS MERCENARIOS ES A QUIEN SIRVEN Y OBEDECEN.

EL COMUNICADO A PESAR DEL COLOR ROSA Y SU MODO, ES VACIO, PUES, NO CUENTA CON EL RESPALDO MORAL QUE HARIA VALER ESOS ARGUMENTOS; LO UNICO ENTENDIBLE ES EL EXTASIS MENTAL QUE AHÍ SE EXHIBE.

EXPRESAMOS EL RESPETO A NUESTRO PUEBLO, RESPETAMOS SU AUTONOMIA JURISDICCIONAL INTERNA Y SABEMOS QUE UN INDIO YAQUI BIEN NACIDO NO ALARDEA DE NUESTRA ESTRUCTURA POLITICO- MILITAR- RELIGIOSA; ESO POR RESPETO A NOSOTROS MISMOS Y A LOS OTROS.

MOSTRAMOS NUESTRO RECONOCIMIENTO Y RESPETO A LOS COMANDANTES Y COMANDANTAS Y A TODOS LOS HERMANOS ZAPATISTAS QUE CAMBIAN EL RUMBO Y LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS INDIOS DE MEXICO Y EL MUNDO.

NADA NI NADIE PUEDE BORRAR LA HISTORIA GLORIOSA DE NUESTROS ANTEPASADOS Y NUESTROS MUERTOS; ESO SE LLEVA EN EL CORAZON Y EN EL ALMA; ES UNA OSADÍA HISTORICA TAN SIQUIERA MENCIONARLO.

NUESTRO MAS FIRME CONVICCION Y PRINCIPIO ES QUE NADIE PIENSE POR NOSOTROS, NOSOTROS SENTIMOS, PENSAMOS Y SABEMOS EXPRESAR NUESTRAS IDEAS, NO NECESITAMOS MENTES YORIS QUE PIENSEN POR NOSOTROS POR QUE NUNCA PENSARAN NI SENTIRAN COMO INDIOS; MUCHO MENOS PODRÁN ACTUAR COMO TAL.

A DIFERENCIA DEL DOCUMENTO ELABORADO POR LOS YORIS ESTE ESTA CONCENSADO, DISCUTIDO Y APROBADO EN NUESTRA GUARDIA TRADICIONAL. EN NUESTRO COMUNICADO NO PARTICIPARON COBARDES NI TRAIDORES; NI LO PATROCINAN QUIENES DEBEN OBEDECER A SU MANDATO CONSTITUCIONAL DE GUARDAR LA ESTABILIDAD, EL RESPETO Y LA SANA CONVIVENCIA DE LOS SONORENSES Y LOS PUEBLOS INDIOS.

REITERAMOS NUESTRO COMPROMISO DE LUCHA AL LADO DE LAS FUERZAS MAS HONESTAS Y LEGITIMAS DE LOS PUEBLOS INDIOS DE MEXICO Y AMERICA.

REITERAMOS NUESTRO COMPROMISO DE TRABAJO Y LUCHA CON EL CONGRESO NACIONAL INDIGENA Y CON LA COMANDANCIA GENERAL DEL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL.


"NUNCA MAS UN MEXICO SIN NOSOTROS"
¡MADRE NATURALEZA- TERRITORIO PARA SIEMPRE!
¡NI UN GRAMO DE TIERRA DE NUESTRO TERRITORIO PARA LOS YORIS!

A T E N T A M E N T E

AUTORIADES TRADICIONALES DEL PUEBLO DE VICAM

CABECERA DE LOS OCHO PUEBLOS YAQUIS

GOBERNADOR
LORETO RAMIREZ MAPOUMEA

PUEBLO MAYOR CAPITAN
FLORENTINO BUITIMEA YOQUIGUA LUIS MATUZ YOQUIGUA

COMANDANTE SECRETARIO
HIPOLITO JIOCAMEA YOQUIGUA MARIO LUNA ROMERO
Enviado por: Radio Bemba
Tomado de: Correo de medios para El Encuentro
Centro de Medios Libres Chihuahua



miércoles, 3 de octubre de 2007

Astillero 03/10/2007














Díaz Ordaz vive
Caras y manos políticas parecidas
Vocaciones trágicas por el “orden”
Plan México: mezclar guerrilla y narco


El rostro de Gustavo Díaz Ordaz está en la esencia de las facciones de quienes a nombre del PAN han gobernado en años recientes el país. La frivolidad y la oquedad intelectual de Vicente Fox no le dieron para afinar esos rasgos represivos, y aun así el presuntamente bonachón ranchero acumuló durante su sexenio de caricatura unos 65 ciudadanos desaparecidos, según los datos difundidos ayer durante el nuevamente constituido Frente Nacional Contra la Represión (FNCR).

Pero, de acuerdo con esas mismas cifras, reproducidas por Víctor Ballinas en La Jornada, en lo que va del calderonato se han producido “más de 30” ausencias físicas forzadas, casi la mitad de las correspondientes al foxismo. Los rasgos políticos de Díaz Ordaz parecen, a la luz de los datos anteriores, tomar forma con estremecedora afinidad en el rostro de quien hoy ocupa la silla presidencial con la misma vocación y actitud del priísta poblano negativamente inmortalizado el 2 de octubre. No son solamente los espejuelos y la amplia frente, sino un aire trágico y un discurso de presagios fundado en la defensa armada del estado de derecho y el cumplimiento dramático de un papel supuestamente preservador de un orden social puesto en peligro por extremistas de izquierda; ambos, Felipe y Gustavo, con manos limpias extendidas a los adversarios y un deseo de martirologio sangriento en aras de la “misión” de cumplir con el supuesto imperio de la ley (sobre todo, la ley marcial).

Felipe Calderón tiene ya una larga lista de agravios a la nación cometidos con un guante blanco en una de las manos, al estilo del Batallón Olimpia que actuó en la Plaza de las Tres Culturas 39 años atrás. Con su autorización política y en proceso de transferencia de mando presidencial se produjo la agresión a oaxaqueños el 25 de noviembre del año pasado, cuando el michoacano acusado de ilegitimidad transó vergonzosamente con el priísmo para que las bancadas legislativas de ese partido le apoyaran en su accidentada toma de posesión y establecieran una alianza a cambio de, entre otras cosas, la supervivencia de dos ejemplares del tricolor en peligro de muerte política, los insostenibles Ulises Ruiz, en Oaxaca, y Mario Marín, en Puebla. Ya como presidente legal, Calderón consintió y apoyó las múltiples aberraciones legales que se cometieron contra esos oaxaqueños, en especial tratando de convertir la traicionera detención de Flavio Sosa en un “quinazo” ridículamente magnificado por el duopolio televisivo.

Luego han venido episodios sórdidos como la muerte de la señora Ernestina Ascención a la que Calderón adjudicó tempranamente, sin fundamento oficial alguno, una muerte por gastritis crónica y no por violación de soldados. Convertido en presidente militar del país, civil deslumbrado por los uniformes castrenses aunque no sean de su talla (fascinación, propia de diván, llevada inclusive a terrenos filiales), en muy poco tiempo Calderón ha promovido y tolerado diversos abusos de militares contra civiles, de tal manera que la agenda nacional se ha visto llena de reportes de secuestros, torturas, allanamientos y violaciones diversas a los derechos humanos. Díaz Ordaz vive, la represión sigue.

Astillas
El reportero Alfredo Corchado ha escrito en The Dallas Morning News que México podría recibir mil 400 millones de dólares a lo largo de dos años como ayuda de Estados Unidos para el combate al narcotráfico, con especial dedicatoria al entrenamiento de agentes policiales mexicanos y la instalación de equipos de alta tecnología. Sujeto aún a negociaciones entre legisladores del país vecino, y a que George W. Bush lo firme, el Plan México, según la nota del reportero del diario texano, significará “en general, que Estados Unidos asuma una responsabilidad mayor en la lucha contra los traficantes mexicanos de drogas, lo que representa un notable aumento en los fondos anuales que envía el gobierno de Estados Unidos a México y que este año son estimados en 40 millones de dólares”.


Corchado señala que no está claro si el apoyo al gobierno de Calderón está incluido en el presupuesto del Pentágono recientemente aprobado o irá en un paquete suplementario destinado a las guerras de Irak y Afganistán. A lo largo de seis años, el Plan Colombia ha recibido 6 mil millones de dólares para el combate de narcotraficantes y “grupos rebeldes”, con presencia física de militares estadunidenses que “entrenan” (dirigen y supervisan, en realidad) a los colombianos. México, en seis años, si el paquete bianual es aprobado y luego ratificado sin incrementos, recibirá 4 mil 200 millones de dólares, ¿sólo para la “lucha contra el narcotráfico” o también contra “grupos rebeldes”?, ¿con presencia disfrazada de entrenadores/supervisores estadunidenses o los generosos e ingenuos gringos sólo verán de lejos cómo la corrupción mexicana maneja el suculento botín? Por lo pronto, el derechista gobierno colombiano de Álvaro Uribe ha enviado a México a voceros oportunamente interesados en instalar en la opinión pública la tesis de que las guerrillas acaban asociándose con los cárteles del narcotráfico.

De esa manera se va creando una “justificación” para acciones represivas que incluyan a “grupos rebeldes” supuestamente convertidos a la “lógica criminal”: el aparato militar que desfila por el país en supuesta batalla contra cárteles en esencia intocados, e inclusive florecientes, podrá así dirigir sus baterías a supuestos o reales guerrilleros a los que se trataría con el rigor de combate a civiles que se ha visto en sitios como, por ejemplo, Carácuaro, donde en mayo pasado el Ejército Mexicano usó bazucas para barrer a supuestos narcotraficantes… Y, mientras Vicente Fox se defiende un día de estos aduciendo que no es dueño de la Colina del... no, perdón, del Rancho de los Ratones, e inclusive que él ni siquiera fue presidente de México, ¡hasta mañana, con Carstens desmintiendo figuradamente la inflación!

Escrito por: Julio Hernández López Fax: 55 45 04 73 • juliohdz@jornada.com.mx
Tomado de: La Jornada
CENTRO DE MEDIOS LIBRES CHIHUAHUA

Estigmatización


La estigmatización es una condición que seguramente nació con los primeros seres humanos. Quienes la padecen suelen ser excluidos y sometidos muchas veces a ostracismo. En ocasiones el daño es irreparable y las marcas imposibles de borrar. Los suicidios por la crudeza con la que en ocasiones se ejerce la estigmatización no son infrecuentes. Las personas que son marcadas entienden los significados de la crueldad y de la ignominia. Marcar con hierro candente a los esclavos era práctica común. Ahora no se utiliza el hierro, pero sí otros agravios similares que duelen distinto, pero matan igual. A los esclavos, que siguen abundando, y a los no esclavos, se les infama por medio de actitudes parecidas.

Uno quisiera pensar que el fenómeno de la estigmatización debería ser proporcionalmente inverso al de la sabiduría. Y uno quisiera también pensar que la sabiduría debería ser proporcionalmente directa al paso del tiempo. Ambos supuestos son erróneos. El hambre por la sabiduría nada tiene que ver con el hambre espiritual. Quizás, incluso en ocasiones, sucede lo contrario.

La conducta estigmatizadora de la especie humana no sólo no ha cedido, sino que se ha incrementado y se ha sofisticado. Algunas de las formas modernas de mancillar son resultado del nuevo orden mundial y del brutal descaro y sordera con el cual se manejan muchos poderosos. Es harto sabido que el conocimiento poco influye en las mentes hueras de los jerarcas o en las de sus asesores, lo cual certifica que los dos supuestos previos, además de ser equivocados, parecen, por la ceguera del poder, minimizar hasta el ridículo la voz y la presencia de quienes generan conocimiento.

Que el poder, sobre todo el de los políticos, es sordo y acomodaticio, según ha dado cuenta la historia; que no existen fronteras para usufructuar su ejercicio es también escuela añeja, y que es imparable, es verdad cotidiana. Sin embargo, aún hoy, y a pesar de todas las lecciones, es inconcebible la conducta de quienes, en ejercicio del poder, y con la posibilidad de menguar daños a terceros no sólo no se comprometen, sino que callan y con su silencio avalan actitudes nefandas. Y es que el poder no es sólo sordo: es una enfermedad incurable. Tres ejemplos entresacados de los periódicos dentro de una miríada de noticias similares. Tres argumentos que retratan la inutilidad del conocimiento y la de los librepensadores para contener la destrucción generada por la estigmatización.

El primero proviene del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien, de visita a Estados Unidos, en la Universidad de Columbia cosechó risas, por supuesto, no con él, sino de él. El momento cumbre fue cuando dijo que “en Irán no hay homosexuales como en su país”, comentario que no concuerda con el Código Penal vigente de Irán, el cual castiga el ejercicio de la homosexualidad con la pena de muerte.

El segundo lo extraigo de las historias de los refugiados, en este caso de la ahora muy tristemente célebre Myanmar: se considera que ese país exporta anualmente entre 15 mil y 50 mil menores cada año, sobre todo niñas, para el negocio de la prostitución. Muchas de ellas terminan sus vidas abandonadas en campos de refugiados y enfermas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El sida, desde su aparición, ha sido uno de los fenómenos modernos que mayor estigmatización ha generado, no sólo contra la población homosexual, sino contra los enfermos en general por temores decimonónicos en relación al contagio.


Aupados por China, Rusia e India, triunvirato de dudosa moral, la junta militar birmana que gobierna y mata a sus connacionales continúa airosa su camino.
El tercer ejemplo procede de las mujeres violadas por la milicia en el Congo. La violencia es brutal: los soldados introducen en las vaginas sus armas, lo que produce un trauma sicológico irreparable, además de que, con frecuencia, causan fístulas entre la vejiga y la vagina, lo que impide a la mujer afectada tener una vida normal. Por si fuera poco, los familiares rechazan a las afectadas por el hecho de haber sido violadas.

Tres casos que devienen estigmatización bastan para ilustrar algunos de los significados de la condición humana. Es obvia la insana participación del poder, y es igualmente evidente la complicidad de políticos y empresas en la generación y perpetuación de la estigmatización. Son dos las grandes metas de la ética: bregar por la justicia y aspirar a la felicidad. Justicia universal, felicidad, al menos mínima, para todos. Quienes generan estigmatización y quienes los acompañan niegan esos principios.


Escrito por: Arnoldo Kraus
Tomado de : La Jornada 03/10/2007

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