Ciudad Juárez, Chih., a 19 de febrero de 2009
A la comunidad universitaria.
Al pueblo del que formamos parte.
PRONUNCIAMIENTO
En Ciudad Juárez, la violencia se ha generalizado. Todos los días
ocurren asesinatos, asaltos, extorsiones, secuestros y violaciones a
los derechos humanos. Prácticamente casi todos los sectores, con
excepción de la alta burguesía y los altos funcionarios, se encuentran
a merced del crimen organizado y de las fuerzas federales.
Para una mejor comprensión, no debemos pasar por alto el contexto
nacional e internacional en el cual se desarrolla la grave situación
en que vivimos. Por principio, Consideramos que el Operativo Conjunto
Chihuahua (después Operativo Conjunto Juárez) es parte de una
fracasada y absurda Guerra Contra el Crimen Organizado, lanzada por
Felipe Calderón, un presidente fraudulento y sin legitimidad que
quiere gobernar a partir de la militarización del país. Para ello, el
gobierno mexicano ya ha firmado el llamado Plan Mérida, un tratado
internacional de cooperación en materia militar y policíaca con
Estados Unidos quien es un estado imperial decadente en medio de una
gran crisis y que está comprometido en oscuras guerras "contra el
terrorismo", siendo a todas luces el principal promotor del
terrorismo a nivel internacional. Sabemos que Estados Unidos pretende
dominar más directamente la política y la economía de México, para
enfrentar su pugna ínter imperial con China y la Unión Europea, en
este contexto están las declaraciones de los estadistas
norteamericanos en el sentido de que es prioridad, junto a los
conflictos de Medio Oriente, el combate al crimen en México. En este
contexto se da el Operativo Conjunto Chihuahua cuyos supuestos
objetivos no se han cumplido, antes al contrario, se han recrudecido
los índices de violencia. Debemos señalar que el crimen aumento
dramáticamente en Ciudad Juárez a partir de la presencia militar.
Efectivamente, los casos de ejecuciones y la ola de secuestros, robos
y extorsiones aumentaron en un 400 por ciento luego de la llegada de
las fuerzas federales a nuestra ciudad, específicamente del ejército.
Por otro lado, se multiplicaron una serie de violaciones a los
derechos humanos por parte de las supuestas fuerzas del orden.
Ahora bien, no son pocos los analistas que hablan de una
colombianización de la vida mexicana, sin embargo, con todo lo que de
verdad tiene esta tesis, existen diferencias importantes que deben
señalarse: En Colombia, el crimen organizado liderado por Pablo
Escobar declaró una guerra abierta contra el Estado colombiano. En
esta guerra, se protagonizaron atentados terroristas contra oficinas
de gobierno y secuestros de estadistas y legisladores. Aquí en México,
no vemos por ningún lado los enfrentamientos del Estado de un lado y
la de un cártel poderoso por el otro; al contrario, lo que se ve es un
Estado que juega los intereses de un cártel contra otros carteles y
mafias chicas. Lo que se ve es un alineamiento por parte del Estado en
un solo cartel de narco políticos, policías y empresarios. En Juárez
es mucho más evidente esta situación donde mientras se pregona una
guerra contra el crimen organizado, en realidad el crimen se enseñorea
de la ciudad y las muertes y las detenciones nunca son de los altos
mandos del narco o de lavadores de dinero. En Colombia la guerra
contra el crimen concluyó en una militarización del país, para dominar
a las FARC, el verdadero objetivo del gobierno colombiano, al mismo
tiempo que se da la intervención directa de los militares de Estados
Unidos en el país sudamericano y se impone en la presidencia un
paramilitar derechista y pro imperialista como lo es Álvaro Uribe. Así
pues, nos atrevemos a afirmar que la guerra de limpia y terror que se
vive en Ciudad Juárez con la presencia de los militares y los
criminales, sería el experimento piloto de un proceso de neo
colombianización promovido por las clases dominantes mexicanas, para
engranar al país a los intereses del Consenso de Washington y alinear
el jugoso negocio del tráfico en una sola oscura empresa trasnacional.
A partir de la difícil situación que se vive en Ciudad Juárez, en
medio del terror y la muerte y sin el apoyo de las fuerzas del orden
que son otro factor de inseguridad y crimen, una peligrosa ola de
miedo se apodera de la ciudadanía, bloqueando la actividad política y
el espíritu crítico. Además, una buena parte de los grupos y las
personas que valientemente deciden manifestarse caen en la trampa de
la estrategia del terror y terminan exigiendo más militarización y
restricción de las libertades civiles, como si no estuviera ante
nuestros ojos el fracaso del Operativo Conjunto Juárez. Por otro lado,
surgen grupos paramilitares liderados por empresarios y afines al
ejército que pretenden tomar "la justicia" en sus manos. Se trata,
pues, de una situación muy delicada que puede desembocar en un Estado
criminal, totalitario y represor, cuyas señales se han dejado ver a
través de la criminalización de la protesta social y la
descalificación malintencionada y cobarde de toda protesta
acusandolas de ser financiadas por el narco. Lo anterior es una
muestra de su miopía autoprovocada que pretende burdamente ocultar
con campañas de desinformación, a través de los medios masivos de
comunicación, la enorme inconformidad del grueso de la población
frente a tanta injusticia.
Nuestra Universidad, no ha salido limpia de esta violencia criminal e
institucional, nuestra máxima casa de estudios se ha visto sacudida
por los recientes asesinatos de nuestro maestro de Psicología Gerardo
González Guerrero y del compañero estudiante de Derecho, Jaime
Alejandro Irigoyen Flores, así como la desaparición de nuestra
compañera de Biología, Lidia Ramos Mancha. La molestia y el repudio
de la comunidad no se ha hecho esperar y el movimiento denominado
"Universidad Contra el Miedo" a dado la cara para exigir justicia y
el fin de la violencia y el miedo que se pretende inculcar a la
población. El comité universitario saluda y se suma apoyando en lo que
sea necesario y esté en nuestras manos para impulsar la unidad de los
universitarios en su exigencia de justicia, respeto a los derechos
humanos y por una paz que no sea la romana que se impone a través de
la fuerza de las armas, sino la que impera cuando se respeta el orden
constitucional, las leyes que nos hemos dado.
La propuesta del Comité Universitario de Izquierda es hacer una gran
alianza de todas las personas y grupos que decidan oponerse al crimen
en todas sus formas, incluyendo aquí las actividades del crimen
organizado, las graves violaciones a los derechos humanos, la
militarización, la actividad de grupos paramilitares y el quebranto
del orden constitucional, proponemos optar por la denuncia, la
discusión y la información sin cortapisas y avanzar hacia la
movilización masiva. Para ello es necesario ir conformando un gran
movimiento por la paz, la justicia y por el respeto a los derechos
humanos que sea capaz de llamar la atención a nivel local, nacional e
internacional.
Venzamos el miedo, organizarnos para actuar, sumámonos para que no nos resten!!!
En la convicción de que sólo la movilización ciudadana para exigir sus
derechos puede modificar el estado de las cosas imperante: COMITÉ
UNIVERSITARIO DE IZQUIERA