Algunas cifras en relación a los jóvenes...

Nota tomada de arrobajuarez.com, escrito por Carlos Murillo.

Ser joven en Ciudad Juárez.

A pesar de las violaciones a la Constitución y de las severas críticas de grupos defensores de los derechos humanos, así como de los propios jóvenes, el gobierno municipal se empeña en mantener el toque de queda para menores, sustentado en un ficticio noventa por ciento de aprobación ciudadana para legitimarlo como “democrático”¡ja!La verdad es que la voz que menos se ha escuchado hasta el momento es precisamente la de las y los jóvenes (¿dónde quedó lo democrático?). Este sector poblacional es donde descansa el futuro de nuestra sociedad; sin embargo, la política observada hacia ellos y ellas, difícilmente puede llamársele como favorable, o por lo menos amigable. Desafortunadamente es un sector ignorado, cuando no abusado, por acciones como el toque de queda, que supone que todo menor de edad es un delincuente en potencia.

En el texto Un acercamiento a la cultura política de los jóvenes, de Jesús Rodríguez, catedrático de la UACJ, señala que los espacios donde se desenvuelven y realizan sus acciones cotidianas son las calles y los medios de comunicación masiva. Si esto es así, estos espacios les son negados con el toque de queda y declaraciones como la de Rafael Fitzmourice de canal 5, quien dice que los niños y jóvenes no tienen derechos (sic). Además, menciona Rodríguez, la juventud sufre de una invisibilidad social frente al quehacer político que los hace sumarse a grupos marginales como las mujeres, los indígenas o la población gay.

Sin embargo, está juventud menospreciada es mucho más inteligente que lo que las instituciones de gobierno suponen. Anteriormente había comentado el libro de Martin P. Wattenberg donde alerta a los políticos estadounidenses a poner mayor atención a su juventud antes de que sea demasiado tarde para sustentar su régimen, lo cual supone que el dossier juventud no es exclusivo de Juárez, sino un problema de alcance mundial.

En otro libro reciente, Educación cívica y ciudadanía, coordinado por Graciela A. Mota, aparece un texto de Judith V. Turney y Lorena Orozco de la Asociación Internacional de Evaluación, donde, de acuerdo a una encuesta realizada a 90,000 estudiantes de 14 años en 28 países, en casi todos los países, los estudiantes comprenden los valores democráticos fundamentales, aunque de manera superficial y los estudiantes con mayor conocimiento cívico están más predispuestos a participar en actividades cívicas, entre otros hallazgos.

Siguiendo con datos internacionales y nacionales, aunque no tan positivos, en otro estudio realizado en 14 países y 5,400 jóvenes, por la cadena televisiva MTV, en los países en desarrollo, los jóvenes tienen el doble de dificultades que los de los países ricos para sentirse felices; de los países miembros de la OCDE, México ocupa los últimos lugares en conocimientos y desempeño escolar de sus jóvenes; de acuerdo a la Secretaría de Salud, en el hogar y la escuela es donde los niños sufren mayor maltrato, una cuarta parte de los niños y una tercera parte de los adolescentes son obesos y según estadísticas del IMSS, se ha duplicado el consumo de alcohol entre adolescentes, además que la depresión y el suicidio en estos grupos poblacionales va en aumento.

Ahora, en cuanto a la situación de la juventud e infancia de Juárez, las estadísticas descubren las siguientes realidades: según el Segundo Conteo Rápido de Población y Vivienda de INEGI del 2005, en la ciudad hay 39,726 niños y niñas de los 6 a los 14 años que no saben leer ni escribir, mientras que de los 68,575 chavos y chavas de los 15 a los 17 años, una tercera parte de ellos (22,758) no cuentan con estudios posbásicos (preparatoria) ¿le seguimos?

Ciudad Juárez tiene el porcentaje más alto de niños de primaria que se inician en las drogas ¡a nivel nacional! según datos de la Secretaría de Salud, con un total de 46.3% de los casos registrados y 85% de las personas mayores de 15 años analfabetas viven en el suroriente de la ciudad, hacia donde está creciente la mancha urbana y donde faltan alrededor de 40 escuelas, según datos del IMIP.

El panorama es pues desalentador para niños y jóvenes en general y para los de Juárez en particular. Lo más lamentable es que existe una tendencia nacional en seguir violentando a la niñez y juventud con acciones como el toque de queda, implementado ahora también en Matamoros, desde el 14 de agosto, y con programas del gobierno federal, como operación mochila y exámenes antidoping a estudiantes de escuelas primarias y secundarias.

Ser joven en Ciudad Juárez significa vivir bajo riesgos: por un lado, por la falta de infraestructura en educación, salud, recreación, cultura, deportes y empleos, que no ofrecen un futuro prometedor para todos; por otro, si están en la casa, por que están bombardeados por los medios con publicidad nociva que los invita al alcohol, las drogas, comida chatarra, pornografía y bienes materiales que no todos pueden comprar, enfermándolos física, mental y emocionalmente, además de los casos donde haya violencia doméstica; por último, por que ni la familia, ni la iglesia, ni la escuela, ni mucho menos los gobiernos, comprenden las necesidades juveniles ni su compromiso hacia ellos y ellas, por mucho que sea el deseo de ayudarles, en el mejor de los casos, sobre todo en estas generaciones tecnológicas; con razón muchos jóvenes se sienten infelices… por lo pronto ¡No al toque de queda!

Diríamos nosotros:
Pero además…¡Rompamos el miedo con la Revuelta!