sábado, 18 de agosto de 2007

Ciudad Juárez y el miedo

Yéffim Gero Fong

Marisela Ortiz coordinadora de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa, dijo explicando por qué prefiere ignorarse la situación de femenicidio tolerado en Ciudad Juárez:

“Yo considero esto como un problema muy grave y si tú tienes que vivir en una comunidad tan difícil, tan violenta, lo que tienes que hacer psicológicamente es ignorar lo que ocurre porque es una situación que no puedes cambiar o que no sabes como entrarle. Tienes que sobrevivir ahí, mejor prefieres cerrar tus ojos, tus oídos y tu corazón a todo lo que ocurre porque lo que quieres escuchar es que vives en un lugar habitable”1.

Abandonarse y abandonar dejar que las cosas pasen en medio del horror la gente prefiere imaginar que vive en un mundo feliz. El horror es paralizante.

El fenómeno no es nuevo, en la Alemania Nazi de los 40's las atrocidades se toleraron sobre un silencio impotente y ciegamente cómplice; silencio hecho de miedo y comodidad. Muchos, la mayoría, callaron pero al final nadie pudo decir que no sabia lo que estaba ocurriendo, esos oscuros y anónimos ciudadanos alemanes expresan la fundamental diferencia entre el “no sabemos” y el “no queremos saber”.

La raíz del miedo es descubierta por las palabras de Marisela Ortiz ; “lo que tienes que hacer psicológicamente es ignorar lo que ocurre porque es una situación que no puedes cambiar”.

Queda así explicada la noción general de desencanto político, entendiendo aquí política, como tratar el asunto de todos y todas, el problema común que nos concierne, el “arte de convivir” diría el filósofo Fernando Savater.

El ego individualista ha propagandizado la verdad de que “cada quien es el arquitecto de su propio destino”, ésta, es verdad hasta cierto punto nada más porque relativa como todas las verdades, en estricto sentido, también se puede afirmar lo contrario. “Uno NO es el arquitecto de su propio destino”. En ciudad Juárez, como en cualquier caso de mujeres asesinadas, violadas o raptadas, no se puede conceder de ningún modo con la idea corriente popularizada por los gobernantes que protegen a los asesinos de que ellas de alguna manera se lo buscaron.

Mediando entre la disyuntiva de si somos o no somos arquitectos de nuestro destino existe otra verdad; somos arquitectos y arquitectas de nuestro destino común, independientemente de si alguien puede o no puede diseñar y construir su destino en lo individual, todas y todos por hacer y/o por no hacer, y por decir o por callar, vamos dictando el diseño de nuestro destino colectivo. Ésta debería ser una verdad evidente y más a la mano que las que tratan de encontrar al individuo omnipotente.

Sin embargo, percibimos el horror cotidiano del crimen como algo que no podemos cambiar y al hacerlo hablamos en plural y luego agregamos con mucha fe: pero yo si y cada quien puede cambiar su destino, just do it , el destino individual y el destino colectivo aparecen por fin disociados, mientras en medio nace el miedo como barrera.

El YO si puedo, tiene un cierto parentesco con el YO hago lo que quiero del Thelema el más novedoso credo de los criminales, verdugos y victimas tienen un entorno de creencias común, se trata del egoísmo que necesita el sistema del horror y que bloquea la acción política, ahí se encuentra presente el hedonismo individualista del capitalismo decadente, el filósofo Slavoj Zizek se pregunta:

“ ¿No son acaso estos dos aspectos –la permisividad hedonista, además de las nuevas formas de apartheid social y control basados en el miedo los que caracterizan a nuestras sociedades?”.

El conservador ingles Edmund Burke, esteta del terror y del poder reconocía que:

“Ninguna pasión roba a la mente tan eficazmente todos sus poderes de acción y razonamiento como el miedo. Para hacer cualquier cosa terrible, la oscuridad parece ser en general necesaria.”

Pero si el miedo no naciera, sin duda alguien arriba dirá: hay que crearlo para matar la política; el “zôon politikón” de Aristóteles palidece ante la “voluntad de poder” de Nietzche.

Le tememos al prójimo, todos son corruptos porque el sistema está corrupto , luego desconfiamos y preferimos ignorar la política. Pero es que el miedo es real; hemos sido golpeados, hemos sido robados y secuestrados por la policía; traicionados y estafados mil veces por los gobernantes; explotados y humillados; jamás hemos recibido justicia. En el mar silencioso de todos los miedos, hay que recordar algunas palabras celebres de Martín Niemöller : “ primero vinieron por los comunistas …” luego hay que agregar, aquí en esta frontera, primero vinieron por las mujeres y luego vinieron por los niños.

La archicorrupta y criminal municipalidad de Ciudad Juárez tiene una policía que ha sido varias veces señalada como asesina de mujeres, o al menos se puede comprobar que han sido cómplices, también han matado indigentes y han ejecutado “en caliente” sin juicio, han protegido redes de prostitución infantil, etcétera, la lista completa de la porquería de esta policía famosa mundialmente puede agrandar demasiado este articulo2, lo nuevo en el escenario juarence es que “para hacer frente a la delincuencia juvenil”, desde hace varios meses el gobierno municipal ha implementado un programa que se llama: después de las 10 en casa es mejor. Ahora resulta que los gobernantes que han sido sordos a todos los reclamos de justicia para las mujeres asesinadas, han decidido escuchar la voz de un grupo de padres de familia que hablan con la voz del miedo y han pedido un toque de queda para los menores. Después de las 10 horas, la policía detiene a los menores que anden sueltos en las calles, se los lleva a los separos y se les notifica a los padres para que se presenten por sus hijos y ser “sancionados”, si en seis horas no aparecen los padres, los menores son turnados a un centro de readaptación.

Si, podría ser el guión de una película de terror, la historia podría girar en torno a un grupo de muchachos y muchachas que sin padres o sin quien se ocupe de ellos, padres alcohólicos, enfermos, miserables, locos o trabajadores de noche, van cayendo en manos de “los guardianes del orden y la moral”, los policías como monstruos depredadores de niños y atrás de todo una secta fanática religiosa, de esas que gustan de violar niños, con cardenales y todo, un casi imposible hibrido entre Los olvidados de Luis Buñuel, Sin City de Bob Rodríguez, La ciudad de los niños perdidos de Jean Pierre Jeunet y Marc Caro y Hostal de Eli Roth, usted saque sus propias conclusiones de cómo se pueden sintetizar estas cuatro películas en el contexto de Ciudad Juárez. No cabe duda que la realidad supera a la ficción, dejemos los guiones fantásticos y simplemente preguntemos, de las más de 2,000 detenciones de menores que ha realizado la policía juarense ¿En qué terminaron todas? ¿Qué paso con los niños y principalmente con las niñas que no tenían papas o casa? ¿Dónde están, quién sabe de ellos o de ellas?

La idea de relacionar el toque de queda juarense y las purgas hitlerianas puede resultar excesiva para algunos “bien pensantes”, pero la idea no es tan descabellada, hay elementos comunes, lo primero es el contexto, un mundo en guerra ahora “contra el terrorismo” y luego una verdadera fuga hacia adelante de la derecha mexicana; la militarización del país, el encarcelamiento y tortura de las y los luchadores sociales, la criminalización de las protestas sociales, los esporádicos pero cada vez mas presentes asesinatos políticos y los avances en puestos estratégicos de militantes del grupo ultraderechista El Yunque, son los temas del diario, lo menos mal del asunto es que las protestas, las rebeliones y las revueltas también hacen noticia.

Desde luego nadie esta diciendo que la historia se vaya a repetir y menos en este municipio, pero lo viejo vive en lo nuevo y lo histórico en lo particular de alguna manera.

Lo verdaderamente preocupante del toque de queda en Ciudad Juárez y que lo emparientan con las políticas de corte Nazi y en general fascistas es: que una vez dado el contexto de derechización represiva en el país, el caso particular de Juárez muestra que el miedo, el desprecio y el silencio populares terminan en política pública para controlar las calles y las gentes al servicio de los poderosos de la ciudad.

No se trata pues simplemente de un “error”, del exceso de gobernantes ignorantes e incapaces, sino de una política represiva de Estado contra la población pobre y así debe tomarse.

Hay “serios” académicos que recomiendan al municipio otras formas de lidiar con el problema de la delincuencia juvenil, toda vez que reconocen que a pesar de la buena voluntad el toque de queda es insuficiente, ineficiente y políticamente incorrecto, el problema de estas recomendaciones está en el reconocimiento implícito de que se puede discutir si es bueno o no que los criminales secuestren a los jóvenes menores.

El error es un enfoque no radical de la situación que enturbia su verdadera naturaleza, el fenómeno debe abordarse clarificando exactamente el papel del discurso político desde el poder, no se puede enfrentar los argumentos del municipio aceptando por principio y sin dudas que se trate de un programa para controlar la delincuencia.

Los hechos muestran que un grupo de poderosos empresarios, políticos y criminales han usado esta ciudad tradicionalmente como campo experimental de políticas para obtener mayores beneficios, muchas de esas políticas han sido criminales, los proyectos experimentales exitosos del Plan maquilador, de la “Alternancia en el poder”, del PRIAN, del Cartel de Juárez y del Femenicidio son muestras claras de ello.

Los académicos aceptan el estándar político del mundo liberal democrático, otra cosa es que se lo crean, más bien responden a la consigna derechista de mantenerse “en los canales del dialogo” del mundo “post-ideológico”, aceptan un mundo que no existe donde hay consensos, elecciones, consultas y recomendaciones de derechos humanos realmente atendidas, no hay problema con ello, se vale soñar, pero siendo utópicos sin ser radicales, el problema viene cuando por mantener esta fachada se termina justificando el mundo real que es el de la lucha cotidiana y descarnada por el espacio, por el sustento, por la vida y no se llega a la conciencia profunda de los hechos. Entonces cuando se ponen “críticos” dicen que hay un municipio que quiere controlar la delincuencia y no sabe como hacerlo y lo hace mal y le recomiendan hacerlo mejor, en vez de decir que hay un municipio que quiere controlar las calles y tomar control de los cuerpos de los jóvenes que sobran y lo hacen bien y lo vienen haciendo bien.

Mejor sería en vez de hablarle al patriarca para ilusamente reformarlo, aclararle a la ciudadanía cuáles son los motivos del toque de queda y no decir que no sirve, sino denunciar a qué propósitos sirve, esa es la sociología y la antropología que necesitamos; una que desnude al crimen y las formas de explotación; una ciencia valiente. Pésele a quien le pese, los académicos deben admitir un análisis clasista complementando los análisis de género y desde la cultura, para entender la genealogía del crimen en Ciudad Juárez.

No hay que retroceder ante el horror, pero esto no quiere decir que pongamos ahí como pantalla, para no retroceder un mundo feliz idílico o en su versión académica un sistema liberal democrático idílico, eso seria una trampa. La exigencia es no retroceder ante el horror, conociendo, clarificando y denunciando el horror, pero sobre todo oponiéndose, combatiendo y resistiendo el estado del horror.

Existe la política del miedo, el gobierno Calderonista debe mucho su “triunfo” a ello, el miedo tiene una justificación real pero desde el discurso del poder aparece tergiversado, los moralistas de aquí y de allá predican que existe un complot de “los malos” para destruir a la familia y por eso permiten que los criminales policías, maten, violen, encarcelen y ahora secuestren jóvenes, curiosa lógica esa.

Mientras el miedo se disemina en la población los poderosos van embarneciendo sus discursos y tomando posiciones, cada represión, cada asesinato político, cada mujer violada y asesinada, cada tortura, cada pederasta protegido, cada joven detenido, son amenazas de miedo. El miedo no nace en el vació, el miedo no es tampoco el producto del “caos sin lógica posmoderno”, el miedo tiene un padre, un sentido, una estrategia, el miedo lo produce el gobierno, el dinero, el poder, la guerra, el patriarca, el macho, el miedo lo produce el capitalismo decadente, pero el miedo esta también desnaturalizado, robado de su esencia y se traduce en miedo a los inmigrantes, a los raros, a los otros, finalmente a los niños pobres que viven en las alcantarillas, que ya no molestaran más.

¡Rompamos el miedo con la revuelta!

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1 Juárez: Un 'discurso precioso' oculta feminicidio, CIMAC. 2007.

2 Involucrados en feminicidios, policías municipales de Juárez, Ruben Villalpando. La Jornada 2007: http://www.jornada.unam.mx/2007/07/11/index.php?section=sociedad&article=046n2soc. Diana Washington afirma que existe en Juárez un cartel de los policías que involucra a policías de varias corporaciones: http://www.isis.cl/Feminicidio/Juarez/doc/asi%20empezo.doc. Liga Morfín a jefe policíaco de Juárez con prostitución: http://www.cimacnoticias.com/noticias/05ago/05083011.html. La Procuradora de Justicia del Estado de Chihuahua, Patricia González dijo que policías municipales mataron a prostitutas en Ciudad Juárez: http://www.oem.com.mx/elmexicano/notas/n342243.htm

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