viernes, 6 de junio de 2008

Mitin internacional mayo 68 y conferencia de la izquierda anticapitalista europea en Paris

Mitin internacional mayo 68 y conferencia de la izquierda anticapitalista europea en Paris

Josep Maria Antentas, Raul Camargo

Los días 30, 31 de mayo y 1 de junio tuvo lugar en París una importante iniciativa política convocada por la Ligue Communiste Révolutionnaire (LCR) en ocasión del 40 aniversario de mayo del 68: un mitin internacional y un Conferencia de formaciones políticas de la izquierda anticapitalista europea.

Durante todo este mes de mayo las iniciativas impulsadas por la izquierda anticapitalista en ocasión del 40 aniversario de mayo del 68 se han multiplicado en toda Europa. El objetivo común de las mismas ha sido revindicar la herencia del 68 frente a los ataques de la derecha reaccionaria y los intentos de banalización de los hechos de aquél año, e inscribir la memoria de mayo en el combate del presente. La campaña “Mayo del 1968 - Mayo 2008. Continuamos el combate” impulsada por Espacio Alternativo con actos en distintas ciudades del Estado español se enmarca en esta dinámica. De todas las iniciativas celebradas a escala europea, el mitin de la LCR destaca por su importancia y por su significado.

1968, recordar para seguir luchando en otro periodo

Más de 2000 personas acudieron a la Mutualité para escuchar a un amplio panel de oradores/as representantes de diferentes generaciones militantes, la “del 68” y la forjada en los combates recientes, y de distintos países: Alain Krivine y Daniel Bensaïd, ambos fundadores de la LCR y dirigentes destacados del 68, Boguslaw Zietek del Partido Polaco del Trabajo (PPT), Myriam Martín miembro de la dirección de la LCR , Flavia D'Angeli de Sinistra Critica (Italia), Francisco Louça, diputado por el Bloco de Esquerda (BE) portugués, una joven compañera participante en las luchas estudiantiles de enseñanzas medias de las últimas semanas en Francia y Olivier Besancenot, portavoz de la LCR y su candidato en las dos últimas elecciones presidenciales.


El objetivo del mitin, como señaló Alain Krivine no era “hacer una reunión de viejos combatientes” sino de “combatientes presentes y futuros”, para “intercambiar experiencias generacionales, de luchas e internacionales” y discutir como es posible hacer juntos otro mayo del 68 “en condiciones nuevas, en un período histórico nuevo y con unas correlaciones de fuerza nuevas”.


Daniel Bensaïd denunció el discurso de aquellos que desde la derecha, como Sarkozy, quieren “liquidar” mayo del 68 (con poco éxito aparentemente ya que más de ¾ partes de la población francesa señala en las encuestas tener una buena opinión del 68), y también de aquellos que intentan “edulcorar” el 68, reduciéndolo sólo a su dimensión cultural, como Daniel Cohn-Bendit. Para éste, el 68 ha triunfado en el terreno cultural y se trata, hoy por hoy, simplemente de olvidarlo, como reza el título de su libro, Forget 68. “Releer el 68 como un movimiento de modernización cultural tiene una función muy clara: despolitizarlo” señaló Bensaïd. El 68 fue una gran revuelta social donde, aunque quizá “no todo fuera posible, otra cosa era desde luego posible. Era posible derrocar a De Gaulle y al régimen de la V República , por la fuerza de la huelga general”. Hoy se trata de sacar las lecciones del 68 para que pueda sernos útil para el combate presente. El 68 dejó “una memoria y una cultura de lucha” que explica las dificultades que encuentran en Francia la aplicación de las contra-refomas neoliberales, con las sucesivas oleadas de luchas desde las huelgas de 1995 hasta el presente. “Después del periodo difícil de los ochenta, donde muchos se retiraron, hemos ganado el derecho a re-comenzar”, señaló Bensaïd.

Boguslaw Zietek del Partido Polaco del Trabajo (PPT), por su parte, habló de la situación en Polonia y de la emergencia de algunas luchas sindicales recientes relevantes, como la huelga en los supermercados Tesco y de la necesidad de coordinar la luchas sindicales a escala europea.

Myriam Martín, de la dirección de la LCR , denunció la política neoliberal y autoritaria de Sarkozy señalando la necesidad de “luchar contra el Estado represivo que se desarrolla en este país”, y de apoyar las luchas en curso, como las huelgas de los sin-papeles, una fuerte representación de los cuales se encontraba en la sala. “El combate está lejos de haber terminado”.

Flavia D'Angeli habló de la política de Berlusconi y del fracaso de la izquierda italiana en las últimas elecciones generales. “Cuando la izquierda en el gobierno no responde a ninguna de las expectativas populares, es la derecha quién gana”, y “cuando la izquierda anticapitalista [en referencia a Rifondazione] gobierna el sistema capitalista, no es la izquierda quien gana, sino el sistema.” Es necesario, por tanto, avanzar hacia la “construcción de una nueva izquierda anticapitalista, la izquierda del siglo XXI”.

Francisco Louça, diputado por el Bloco de Esquerda (BE) portugués, empezó su intervención denunciando la “intensidad del odio de la derecha contra el 68” , atemorizada ante el fantasma de su repetición. Louça habló también de la política del Bloco en Portugal y de la importancia para la izquierda europea de la propuesta de construcción de un Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en Francia que está impulsando la LCR.

Después de Louça, habló una joven compañera participante en las luchas estudiantiles de enseñanzas medias, explicando la dinámica de las últimas luchas estudiantiles y la necesidad de “organizarse para luchar contra el gobierno”.

Finalmente, Olivier Besancenot, portavoz de la LCR , clausuró el acto señalando que mayo del 68 había sido un evento central en la historia de la corriente que representa la LCR , que no sólo supo estar entonces en fase con las luchas en ascenso y con las aspiraciones de cambio de la joven generación, sino que ha sabido permanecer fiel a este compromiso. “Muchos abandonaron la lucha. Nosotros no”. “No ponemos el 68 en un pedestal”, se trata de ver cómo nos sirve su legado en el combate de hoy. Besancenot explicó el proyecto de un Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) que está impulsando la LCR , para poder construir un nuevo instrumento político “militante y de acción” útil para el combate actual, abierto a los sectores populares, y sobre la base de la independencia estratégica respecto al Partido Socialista y a las instituciones. Anticapitalismo e internacionalismo serán dos elementos constitutivos fundamentales del nuevo proyecto. “El internacionalismo no es sólo una herencia. Es nuestra marca de fábrica. Nuestra práctica cotidiana” señaló Bensacenot. Por ello, “avanzar en la construcción de un partido anticapitalista europeo” es uno de los objetivos que el nuevo partido anticapitalista francés va a fijarse desde su constitución.

La reunión de la izquierda anticapitalista europea

Invitados por la LCR un centenar de representantes de unas treinta organizaciones de dieciséis países europeos, entre ellas Espacio Alternativo, participaron en la conferencia internacional celebrada en el teatro La Belle Étoile en Saint Denis ,los días 31 de mayo y 1 de junio. El objetivo era relanzar el diálogo entre fuerzas de la izquierda anticapitalista europea, discutir conjuntamente y ver qué perspectivas de colaboración podían trazarse.

La reunión empezó con un debate general sobre situación política en Europa y sobre las perspectivas estratégicas de la izquierda anticapitalista, a partir de un informe introductorio presentado por François Sabadó de la LCR. El informe de Sabadó remarcó la situación de crisis capitalista que domina la coyuntura mundial actual, el aumento de las contradicciones sociales y la crisis ecológica, el ascenso en muchos países europeos de una derecha reaccionaria de combate, y la crisis de la izquierda tradicional, marcada por la mutuación social-liberal de la socialdemcoracia y la subalternización a ésta de buena parte de las formaciones situadas a su izquierda (como IU en el estado español o Rifondazione en Italia). Frente a esta situación, planteó la necesidad de construir una izquierda anticapitalista, independiente de la socialdemocracia y de la lógica institucional e implicada a fondo en las resistencias sociales, y avanzar en la reconstrucción de una perspectiva socialista para el siglo XXI. El debate mostró la existencia de puntos de acuerdo importantes entre las fuerzas presentes acerca de los rasgos generales de la situación política internacional y el convencimiento de que es necesario avanzar hacia una mayor colaboración de la izquierda anticapitalista a escala continental.

Junto con el debate general, tuvieron lugar tres discusiones específicas sobre: la Guerra global permanente y la política militar de la UE ; el cambio climático y las estrategias de la izquierda anticapitalista; y la política de inmigración de la UE en un contexto marcado por el ascenso del racismo y la xenofobia. Los debates en estos ámbitos mostraron la existencia de enfoques y aproximaciones relativamente comunes a los mismos por parte del grueso de las fuerzas presentes, todas ellas implicadas en las campañas y movilizaciones en estos temas.


En la conferencia se tomaron algunos acuerdos concretos y las fuerzas presentes acordaron seguir buscando formas de colaboración conjunta en las próximas grandes movilizaciones europeas, como el próximo Foro Social Europeo de Malmöe (en septiembre de este año) o las movilizaciones que tendrán lugar en Strasbourg y Kiel en la primavera del año 2009, en ocasión del sesenta aniversario de la OTAN. Se acordó también realizar una nueva reunión en el 2009 para continuar la dinámica iniciada en Saint Denis.


El éxito de la conferencia y el amplio número de asistentes muestra, más allá del interés por la situación política francesa y por el proyecto que está impulsando la LCR de creación de un nuevo partido anticapitalista en Francia, la comprensión por parte de un amplio número de organizaciones de la izquierda anticapitalista europea de la necesidad de avanzar hacia una mayor colaboración internacional.

El avance de la integración europea hace más necesario que nunca intensificar la colaboración entre las formaciones de la izquierda anticapitalista europea. Sin embargo, hasta ahora los logros obtenidos en este terreno han sido bastante modestos. Las particularidades nacionales, la pluralidad de tradiciones existentes en el campo anticapitalista, las diferencias estratégicas y de modelo de organización, etc., han hecho que la cristalización de un espacio europeo de la izquierda anticapitalista no haya sido todavía posible, más allá de algunos avances muy limitados y que, de hecho, se acumule un fuerte retraso en este terreno.

La Conferencia celebrada en Saint Denis debería servir para relanzar la coordinación de las formaciones radicales europeas. Se trata de fijarse objetivos concretos realistas, sin pretender ir demasiado deprisa o quemar etapas, que permitan poco a poco ir afirmando un polo anticapitalista a la izquierda de la izquierda subalterna al social-liberalismo. La reunión sirvió para ponernos a todos en la buena senda, aunque el camino va a ser largo.

6 de junio de 2008

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