jueves, 26 de marzo de 2009

Fuera de Vieques

Se necesitaron cientos de protestas masivas y decenas de detenciones para ponerle fin a los ejercicios de bombardeo de la Marina de los EE.UU. en Vieques, Puerto Rico. Pero al parecer la memoria de algunos es mala.

Como informó la agencia de noticias AP, el Comisionado Residente de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo que estaba dispuesto a restablecer una presencia militar de "baja intensidad" en Vieques. Dicha acción sería parte de una obligación moral de Puerto Rico, según Pierluisi, a la defensa nacional.

La AP informó que líderes militares de EE.UU. y el senador republicano Jim Inhofe, de Oklahoma, dijeron que Vieques puede servir un propósito estratégico para las Fuerzas Armadas.

Desde que se produjo el informe, Pierluisi se ha retractado. Pero en caso que él quiera vacilar de nuevo o que jefes militares planeen actuar, hay un mensaje rotundamente claro para ellos: no se metan en Vieques.

En vez de coquetear con las Fuerzas Armadas, Pierluisi debería ser un incansable defensor de la limpieza de Vieques. El fondo del mar de Vieques está plagado de bombas sin detonar. Materiales con escapes altamente tóxicos carcinógenos han afectado la vida marina, los medios de subsistencia de los pescadores y la salud de los viequenses. Los viequenses sufren tasas más elevadas de cáncer que el resto de la población de Puerto Rico.

En cuanto a la defensa nacional, Puerto Rico ha hecho más de lo que le toca. En conflictos estadounidenses los soldados de Puerto Rico han hecho el sacrificio supremo, aun sin derecho a votar por su Comandante en Jefe.

El presidente Obama tiene que garantizar que la voluntad democráticamente expresada por Viequenses sea respetada. Y tiene que presionar a la Agencia de Protección Ambiental y a la Marina de los EE.UU. a que se concentraren en la tarea que no han podido completar: la descontaminació n de Vieques.

Se necesitaron cientos de protestas masivas y decenas de detenciones para ponerle fin a los ejercicios de bombardeo de la Marina de los EE.UU. en Vieques, Puerto Rico. Pero al parecer la memoria de algunos es mala.

Como informó la agencia de noticias AP, el Comisionado Residente de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo que estaba dispuesto a restablecer una presencia militar de "baja intensidad" en Vieques. Dicha acción sería parte de una obligación moral de Puerto Rico, según Pierluisi, a la defensa nacional.

La AP informó que líderes militares de EE.UU. y el senador republicano Jim Inhofe, de Oklahoma, dijeron que Vieques puede servir un propósito estratégico para las Fuerzas Armadas.

Desde que se produjo el informe, Pierluisi se ha retractado. Pero en caso que él quiera vacilar de nuevo o que jefes militares planeen actuar, hay un mensaje rotundamente claro para ellos: no se metan en Vieques.

En vez de coquetear con las Fuerzas Armadas, Pierluisi debería ser un incansable defensor de la limpieza de Vieques. El fondo del mar de Vieques está plagado de bombas sin detonar. Materiales con escapes altamente tóxicos carcinógenos han afectado la vida marina, los medios de subsistencia de los pescadores y la salud de los viequenses. Los viequenses sufren tasas más elevadas de cáncer que el resto de la población de Puerto Rico.

En cuanto a la defensa nacional, Puerto Rico ha hecho más de lo que le toca. En conflictos estadounidenses los soldados de Puerto Rico han hecho el sacrificio supremo, aun sin derecho a votar por su Comandante en Jefe.

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