*Globalización y neoliberalismo, reforzadores del patriarcado, señala
*LSC, esfuerzo de gays por obtener "respetabilidad"
México DF, junio 5 de 2007 (Mario Alberto Reyes/ NotieSe).- La revolución es una necesidad real ante el patético proceso de globalización y neoliberalismo reforzadores del patriarcado, mismo que da lugar a una sociedad machista sustentada en el sexismo, clasismo y racismo como elementos generadores de exclusión y división, señaló Rosario Gallo Moya, ex militante de la guerrilla sudamericana.
Guerrillero durante la dictadura militar en Argentina, Gallo Moya experimentó actos de homofobia por parte de sus compañeros de las fuerzas rebeldes, quienes lo conminaban a encauzar su energía hacia cambios sociales "verdaderamente nobles como la revolución, y no en actos desviados de la naturaleza heterosexual".
Al impartir la conferencia Disidencia sexual en el contexto de las guerrillas sudamericanas, el ex combatiente criticó al movimiento de izquierda en el que se basaba buena parte de las luchas sociales de la segunda mitad del siglo XX, pues no hacía mayor crítica al sistema patriarcal y al concepto tradicional de familia como "centro de todo", a la relación heterosexual con fines meramente reproductivos y a la continuidad de esquemas jerárquicos.
Añadió que al reproducir el patriarcado, estas organizaciones poco contribuyeron al cambio social, ya que las "desviaciones pequeño burguesas no ayudaban a la transformación social". Indicó que generalmente las organizaciones guerrilleras "bendecían" a las nuevas parejas debido a la idea de que eran depositarias de las nuevas familias proveedoras de hombres y mujeres para continuar la lucha armada.
"Todas las organizaciones político-militares sólo le nombraron izquierda a la estructura patriarcal. Pregonaban que la familia ya era el crisol donde se fundía la patria, sino el lugar para crear la nueva sociedad revolucionaria, pero finalmente esta idea se basaba en un núcleo familiar tradicional sustentado en la sexualidad reproductiva. Se trataba de una especie de victorianismo de izquierda".
Durante su intervención en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Gallo Moya, argentino de nacimiento y mexicano por "querencia", criticó el gueto construido por el colectivo gay mismo que en lugar de beneficiar a homosexuales y lesbianas, los separa del resto de la sociedad y propicia la discriminación en manifestaciones como el "gay-set" y el "lesbianchic".
Al manifestar abiertamente su desacuerdo con la Ley de Sociedades de Convivencia, (LSC) vigente en esta ciudad desde marzo pasado, dijo que se trata de una "payasada" para copiar las estructuras patriarcales que fomentan la represión. "Se trata de un esfuerzo por buscar respetabilidad y de decir que gays y lesbianas son buenos y decentes".
Aunque subrayó su aporte al terminar con el concepto tradicional de familia, agregó que la LSC "está llena de fallas", no obstante, constituye "un escalón en la conquista de los derechos".
Por último, descartó unirse al activismo gay debido a la misoginia que impera en esos grupos políticos. "El sexismo concibe a la mujer como fuente de la reproducción y un ser dedicado a obedecer a los hombres, y los gays, independientemente de su orientación sexual, en su mayoría continúan siendo varones con ideas sexistas".
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