sábado, 20 de junio de 2009

Abusos militares

Denuncio las siguiente  amenazas y hostigamiento a defensora de derechos humanos en Ciudad Juárez, Chih.


Los Hechos.

 

El día de hoy (17 de junio) aproximadamente a las 12.30 horas, la Sra. Emilia González Tercero Secretaria del Consejo Directivo de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos AC recibió una llamada de su hijo que vive a dos casas de la suya, y le informa que le había llamado su esposa (nuera de la Sra.), que él no estaba en la casa, para decirle que un grupo de soldados estaban tocando a la puerta de su casa. El hijo de la Sra. González estaba de camino a su casa y ella salió inmediatamente a la casa de su hijo. Ahí estaban dos militares llamando a la puerta. Uno llevaba en sus manos un arma larga y el otro portaba la llamada “pistola molecular” usada para “detectar armas, droga, explosivos, etc.”. En frente de la casa de la señora González y de su hijo existe un parque y ahí estaban dos miembros más del ejército, uno de ellos también armado.

 

La Sra. González se dirigió al oficial y le preguntó qué se les ofrecía y le contestó que estaban haciendo una revisión en busca de: armas, explosivos o drogas. Le preguntó su nombre y le respondió que era el capitán segundo de artillería de apellido Vázquez. (Este apellido aparecía también en su uniforme).  Con el aparto detector hicieron una revisión y no se detectó nada extraño en la casa de su hijo. En ese momento llegó el hijo de la Sra. González y los militares le informaron lo que estaban haciendo. Todo esto sucedió en la banqueta frente a la casa de su hijo.  Los militares le preguntaron al dueño de la casa si tenia alguna  arma que quisiera registrar, a lo que contestó que no y se retiraron a la casa de enseguida.

 

En la casa de enseguida la persona que estaba dentro no les abrió la puerta  y a escasos cinco minutos llegó el dueño de la casa, momentos después de que los militares habían realizado la revisión con el “aparato molecular”.

 

Se dirigieron a la siguiente casa pero nadie les abrió la puerta.

 

Luego se dirigieron a la casa de la Señora Emilia González que esta situada en la Calle Paseo del Sol 9308, Cerrada del Sol, Cd. Juárez Chihuahua y el oficial que llevaba el “aparato molecular” que dijo ser sargento y llamarse J. Francisco  Francisco (ambos apellidos) que ya había visto a la Sra. González en la casa de su hijo, le informó que en la casa con el número 9308 el detector señalaba que había “algo” en la cochera. La Sra. González le preguntó ¿qué podría ser en la cochera? El sargento no respondió y preguntó que si ella tenía armas. La Sra. González respondió que no. Nuevamente el sargento preguntó si ella tenía explosivos  o algún cohete. Ella respondió que no. Preguntó el sargento Francisco Francisco que si había droga o algunos medicamentos, lo que la Señora Emilia respondió nuevamente con una negativa.

 

En seguida preguntó que si podía entrar a hacer una revisión a lo que la Sra. Gonzáles respondió que no, que si quería hacerlo tendría que traer una orden de cateo. Esta respuesta molestó mucho al sargento y dijo que él tenía la orden del Presidente de la  República, Sr Felipe Calderón de revisar las casas en busca de armas, drogas y explosivos. La Sra. Emilia le contestó que ella estaba en el entendido de que vivíamos en una nación donde  se supone que existe el estado de derecho y que ella tenía todo el derecho de negarle la entrada a su casa sin la orden de cateo. El sargento se molestó aún más y respondió que para él era muy fácil conseguir la orden; que en 24 horas la podía tener,  pero que ya no vendría el ejército –amenazó- sino que vendría la policía federal y ellos destrozarían toda la casa. Añadió, que si ellos entraban a la casa sólo harían una pequeña revisión, sin hacer ningún daño ni desorden.

 

La Sra. González se volvió a negar a darles el paso a su casa. En ese momento llegó un vecino y le dijo al sargento: “mire oficial usted no tiene por qué no creerle a la señora. Ella es una persona que le está diciendo la verdad. A nosotros nos consta que no tiene nada de lo que usted está buscando y que además se le debe respeto por su edad (64 años)”.

 

El sargento respondió dirigiéndose al vecino: “usted no sabe, señor la cantidad de armas que hemos encontrado en las casas donde hay señoras de edad y muy dulces” (sic).La Señora González le dijo que ciertamente era persona mayor pero que no era dulce.

 

En ese momento se acerco el capitán Vázquez al quien la Sra. González le comentó lo que estaba sucediendo. Le pidió que volviera a usar el detector molecular desde la banqueta de la casa, pero el sargento se negó. El capitán lo persuadió y el sargento operó la “pistola molecular” y dijo que se detectaba  “ALGO”.

 

La Sra. Emilia le dijo al capitán que el sargento la había amenazado a lo que el capitán trató de suavizar las cosas, pero el sargento seguía insistiendo que era necesario ingresar a la casa.

 

Unos momentos antes el sargento había preguntado el nombre a la Sra. González y junto con su domicilio lo anotó en un papel que guardo en su camisa. La Sra. González le hizo saber al capitán ese hecho y además le preguntó cuántos años tenía en el ejército. El capitán respondió que tenía 13 años. La Sra. Emilia le dijo que ella tenía 20 años en la lucha por la defensa de los derechos humanos y que en la Sierra Tarahumara había tenía contactos cercanos y algunos problemas con los militares y en base a su experiencia y por cuestión de principios no permitiría a ningún militar entrar a su casa sin orden expresa de cateo, además le pidió que le devolviera el papel en donde había anotado sus datos. Ante esta petición, y con una actitud amenazante le respondió que se lo podrían devolver pero que para eso tenían memoria.

 

En ese momento se retiraron y se retiraron también de la colonia sin revisar ninguna casa más.

 

La Sra. González se comunicó inmediatamente por teléfono con el licenciado Gustavo de la Rosa H, visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y tomó todos los datos de esta situación. También informó al señor Javier Ávila S.J. Presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos A. C.  a la que la Sra. González pertenece.

 

Por todo esto nos dirigimos a usted y le solicitamos inicie las investigaciones pertinentes frente a estas amenaza y acciones arbitrarias de los militares que se repiten día con día en Ciudad Juárez y que no son denunciadas por temor a las represalias que se pueden seguir a las personas y sus familias. Sabemos que la semana pasada entraron a las casas de tres diversas familias sin orden de cateo, y usado los argumentos: “el que nada debe nada teme”, “si no hay nada en tu casa, por qué no me dejas entrar”, “la pistola molecular no falla”, si no me dejas entrar a revisar tu casa, es que algo escondes”, etc.

 

Igualmente hacemos un llamado para que se garantice la plena seguridad de la Sra. Emilia González Tercero y su familia. Hacemos responsables a las autoridades del operativo conjunto Chihuahua por cualquier daño que se pueda seguir a la Sra. González y su familia.

 

Le agradezco su atención y su pronto intervención.

 


No hay comentarios: