Víctor Orozco · · ·
Vemos con profundo pesar que esos terrenos que estimamos en justicia como nuestros, porque los hemos recibido de padres a hijos y fecundado con el trabajo constante, van pasando a manos de extraños mediante un sencillo denuncio y el pago de unos cuantos pesos.
Carta de los vecinos de Namiquipa al Presidente Porfirio Díaz, 1908.
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