En la primera etapa de nuestra campaña No Keremos esta Guerra, en la que salimos en brigadas a la calle Libertad con volantes, mantas y altavoz para llamar a la unidad y la organización de quienes más sufrimos esta barbarie de muerte generalizada, nos cayó —sic, de caer— la policía. La llamaron unos inspectores del municipio que dijeron que nosotros éramos tan díscolos que nos habíamos negado a negociar la ubicación de nuestra propuesta —sic, de proponer.
Curiosamente, los uniformados y embicicletados, resultaron más duchos en el difícil arte de la gobernabilidad que le dicen los del PRD: (Ver texto completo en: http://www.laopcion.com.mx/n/id_73115.html)
No hay comentarios:
Publicar un comentario